En Fincador queremos ayudarte a que, a la hora de que firmes tu primer contrato de alquiler, no te dejes nada por determinar. Los contratos de arrendamiento, son los documentos que van a marcar la relación contractual que vamos a adquirir con el arrendador, determinando el conjunto de obligaciones, compromisos y responsabilidades que ambas partes adquieren durante el tiempo de vigencia del contrato. La importancia que esto tiene, nos obliga a recordarte que prestes atención a la redacción del mismo y te asegures que recoge toda la información necesaria.

Uno de los aspectos más importantes, y que más revisiones tiene, es el importe fijado por la renta. Se debe estipular la franja de días dentro de los cuales hay que abonar el pago y la vía por la que se realizará, si será en mano o a través de transferencia bancaria. En este último caso, debe aparecer la entidad a la que se transfiere, el número de cuenta y el nombre del titular. También debes contemplar si existe alguna medida que, anualmente, pueda provocar un incremento del importe a abonar por la revisión del IPC. En caso que esto no se estipule, no se podrá generar ninguna variación posterior.

Seguramente, el arrendador solicite que, en un primer momento, se abone el importe de una mensualidad en concepto de fianza. En esta misma cláusula debe recogerse cómo se puede recuperar dicha cantidad tras la finalización del contrato y en qué tiempo máximo deben devolvértela.

Otro de los aspectos que debes tener controlado hace referencia al pago de todos los suministros. Debe quedar recogido quién se hace cargo de las facturas debidas al consumo de agua, electricidad, gas, servicio de telefonía e internet o cuotas de la comunidad de propietarios, entre otros que puedas tener contratado.