Cuando estás a punto de realizar una mudanza, no es extraño que no tengamos la previsión de preparar nuestro nuevo hogar mientras terminamos de colocar nuestras pertenencias.
Te podemos asegurar que esta situación puede llegar a causar un gran estrés en cualquier persona, ya que, tras pasar por la experiencia de tener que recoger todo y meterlo en cajas, encontramos una vivienda llena de cajas que están por abrir.

En Fincador sabemos los nervios que cualquier mudanza ocasiona. Por este motivo, te aconsejamos que afrontes este proceso con las mayores garantías posibles y, antes de mudarte a tu nuevo hogar, lo prepares todo con los imprescindibles que no te pueden faltar.

Para empezar, necesitarás tener a mano platos, vasos, cubiertos, un par de sartenes y al menos una olla o cazo. Con esto podrás comer sin ningún tipo de problemas y no tendrás que tirar de teléfono para encargar comida a los bares de alrededor de tu nueva casa.

Para que tus primeros días no se conviertan en una auténtica tortura hasta que te instalen el teléfono e internet, ubica en alguna zona del salón tu televisión y tu equipo de música. De este modo, te sentirás más acompañado mientras desempaquetas tus pertenencias y podrás disfrutar de un rato de desconexión por las noches.

Otra cuestión fundamental es que tengas preparado un juego de sábanas, la almohada y una manta si es una época más fría. Te aconsejamos que un día antes de realizar la mudanza, dejes preparado tu dormitorio para recibirte. Al menos podrás dormir cómodamente.

En el baño, recuerda colocar una toalla de manos y una para el cuerpo. Haz uso de todos los souvenirs que tienes de los hoteles donde has estado y deja, al menos, unos cuantos tarros de champú, gel, colonia y jabón. ¡No olvides el peine!. Así podrás darte una relajante ducha y asearte para poder ir a trabajar.