Después de haber vuelto de las vacaciones de semana santa, deberás ponerte manos a la obra y preparar tu casa. Lo que más pereza suele dar siempre, es el limpiar a fondo la cocina, ya que, aunque la no la hayamos usado mucho, es muy probable que exista suciedad oculta por sus rincones. Para que no te olvides de estos espacios y logres una limpieza ideal, desde Fincador, vamos a ofrecerte una serie de consejos que ayuden a con éxito en esta tarea.

Para conseguir una buena limpieza, debemos de comprobar que los productos de los que disponemos sean los adecuados. Como mínimo, te aconsejamos que cuentes con un spray de vinagre, bicarbonato, un buen quitamanchas y un desengrasante potente.

Bajo nuestro punto de vista, la campana extractora y la vitrocerámica, son dos de los elementos más complejos de limpiar. Ambas pueden tener mucha suciedad. Para la primera, te aconsejamos que viertas desengrasante y retires la suciedad con la ayuda de un paño húmedo. Si hace mucho que no la limpias, puede que tengas que repetir esta operación en un par de ocasiones. Para la segunda, te recomendamos que hagas uso de los productos especiales para vitrocerámicas. Con la ayuda del rascador, ve quitando la suciedad y retira el exceso de producto con una bayeta húmeda.

El horno es muy delicado de limpiar, ya que acumula mucha porquería. Un buen truco que puedes aplicar, consiste en hacer una pasta con bicarbonato y agua. Cubre las paredes del horno con ella durante toda la noche y retírala con agua a la mañana siguiente. Comprobarás como sale toda la suciedad.

Es habitual que por el mero hecho de cocinar, las paredes también se hayan manchado. Puedes eliminarlas con una bayeta empapada en agua caliente, vinagre y jabón. Verás cómo tus azulejos quedan relucientes.

Para que tu fregadero recupere el esplendor del primer día, utiliza un poco de bicarbonato y vinagre en su limpieza. El efecto será realmente espectacular y tu cocina lucirá como las de las revistas.

–