Actualmente, son muchas las familias que alguna vez han tenido alguna deuda que afrontar. ¿Son malas las deudas? La respuesta es no, no tienen por qué serlo. Y te preguntarás, ¿Qué efectos positivos puede tener una deuda? Hoy en Fincador te hablamos sobre qué tipos de deudas existen y cómo poder gestionarlas para tomar mejores decisiones financieras

En términos económicos, se entiende por deuda a la obligación que una persona tiene de pagar por un servicio recibido, dentro de un plazo determinado. A pesar de que en ocasiones pueden llegar a acumularse y generar inestabilidad financiera, así que lo importante es cómo las administremos. Si lo hacemos bien, éstas incluso nos reportarán beneficios.

Deudas positivas
Una deuda positiva es la que nos ofrece más beneficios que pérdidas, ya sea porque lo adquirido aumentará su valor con el tiempo, generará ingresos o bien, podría venderse por un precio superior al comprado.

Un ejemplo de deuda positiva es la inversión de propiedades. Muchas personas se endeudan en créditos hipotecarios a fin de alquilar las propiedades compradas y obtener así unos ingresos extras.
Otros tipos de deudas positivas son los créditos para emprender un negocio o formarse en estudios superiores.

Las deudas negativas
Las deudas negativas, son los compromisos financieros que adquirimos para acceder a bienes o servicios que no nos podemos permitir. Por lo general, se tratan de objetos que no necesitamos y que terminamos cubriendo en muchos años plazo (con altos intereses añadidos), produciéndonos así una gran pérdida en lugar de ganancias.

Si hablamos de deudas negativas, podríamos referirnos a la compra de un coche último modelo mientras aún estás luchando por pagar tu casa: ya que a veces un sueldo no alcanza para ambas cosas.

Como ves, las deudas positivas pueden ser muy beneficiosas para impulsarte en la vida, siempre y cuando las manejes con cabeza.